Obra literaria. Poesía
Breve muestra de los libros de poemas publicados
Del libro
FAUNA PARA EL OLVIDO
Madrid, Ediciones La Palma, 1997
(Premio Internacional de Poesía Santa Cruz de La Palma, 1995)
IX
La naturaleza, amor, está llena de mensajes.
Hoy es el día en que partimos
hacia la profunda soledad
de todo infierno, desnudos, inocentes.
Lo dice el aire, cuya rareza
acompaña este abandono;
la luna, que esta noche
ha empezado a decrecer.
Habremos de marcharnos, ignorantes de todo:
tú, de ciertas dimensiones
cuya miel transparente
no has llegado a probar.
Yo, igual que un ciervo reconoce
en la naturaleza infinita
de las plantas
aquéllas que son sanas,
y a pesar de su hambre
se aleja presuroso
de las jugosas formas del veneno.
XV
¿Qué animales salvajes me hacen hoy el amor?
¿Qué afán es éste que llena nuestro lecho
con sus signos oscuros,
los indicios del naufragio,
el terror del invierno?
Lo sé porque hoy tientas mi fondo primitivo
con tus manos calientes,
con la soberbia del ladrón
ante su víctima,
agitado por el orgullo
de su rara habilidad.
No me inquieta tu aliento posesivo,
tu animal celoso extraño a la ternura.
Abro incluso las puertas de mi cuerpo
y dejo al aire las ventanas
que dan al interior.
Procedo con la calma de quien sabe cerca
la noche del delito,
y abandona el hogar
después de haber guardado con sigilo
los objetos del alma,
la joyas importantes.
XVIII
A veces un adiós significa
el regreso a la patria,
como cuando ejércitos enteros
cansados del amor
saludan con sus brazos
el final de la lucha
y emprenden el camino
que los lleva hacia la casa.
XXX
Qué triste festejar el final
del amor,
este sosiego en los objetos
de la casa,
este descanso en todo,
este regreso a la quietud primera.
Y sin embargo es cierto.
Como cuando cerramos
las ventanas de la casa,
y a lo lejos oímos todavía
los ecos de la fiesta,
y en nuestro oído recobramos
el silencio,
y en el descanso el alma
se pregunta
por qué no hicimos antes
ese gesto tan simple
y con un breve empuje
de los dedos
separarnos del mundo,
aislarnos de su ruido.
Del libro
EL ARTE DE LAS FLORES SECAS
Tenerife, Ediciones Idea, 2009
RELEYENDO A GARCILASO, AÑOS DESPUÉS
Cuando me paro a contemplar mi estado
y a ver los pasos por do me han traído
sé que todo está bien.
Incluso el orden
en que me fueron otorgados
los fracasos.
EL ARTE DE LAS FLORES SECAS
I
Quién dijo que todo está perdido.
Aún podemos deshojar
la minúscula selva del afecto,
arrancarle sus pétalos
y dejarlos morir,
para que el tiempo los redima
con su pátina.
II
Será preciso esperar a la caída de la tarde:
a esas horas las flores se despojan
de su fuerza, y la savia es apenas
una débil señal entre sus tallos.
Así podremos arrancarlas de raíz
y sacudirle los últimos vestigios de la tierra
sin que opongan resistencia.
III
Luego basta extenderlas con destreza
sobre la fina superficie de un cristal,
y con la misma maestría
aplicar el barniz que acentúe su prestancia,
y escoger la madera que enmarque para siempre
la reunión perturbada de emociones marchitas.
IV
Es el arte de tratar un desenlace
con el mayor refinamiento.
DESNUTRICIÓN
He amamantado pueblos de calzadas llameantes
y negado con mis actos de amor cualquier prejuicio
sobre la primitiva crudeza de las fieras.
Mis pezones son dignos de alabanza,
y mi leche ha fecundado
la más hermosa imagen del instinto:
hembra que alimenta sin conciencia de sí.
Así me imaginaron llena de ubres encrespadas;
y atentas, como los oídos de un lince a la caída de la tarde,
para que recordaran mi gesto involuntario,
y en la memoria perdure aquel reflejo
que convocó la vecindad del hambre.
Espantada de mi innato talento
creí en las palabras que honraron mi bondad,
mi amor lechoso y dispuesto,
la excelencia con que fui celebrada
por olvidar mi origen y ocultar mi raíz,
y porque enajenada o conmovida
alimenté sin motivo la vida de los otros.
Yo crié sin saberlo a los hijos más dignos,
vástagos hermosos con que el azar probó
la envergadura de mi especie,
hijos sin pelambre ante los cuales
acerqué mis pezones, no por deseo,
sino por esa rutina del instinto
adiestrado en resistirse
ante las formas de la muerte.
Y aunque no fue por amor, ya nada importa.
Yo misma lo llamé piedad, y más tarde deseo,
y a otras palabras no menos vanidosas
también se acostumbraron mis labios prominentes.
Pero un Rómulo apuesto me amenaza estos días.
Desespera por hacerse un lugar en la historia
y un hueco entre mis pechos.
Reclama su blanco patrimonio de senos prometidos,
la previsible certeza en la que cree desde niño.
Viene confiado y sus palabras abultan
la mitad de su cuerpo; en la otra esa fuerza
que da sentirse al amparo de su nombre.
Y cuando hastiada del mío me niego a amamantarlo,
—no por deseo, sino por aquel mismo instinto ante la muerte—
la indignación entra de golpe en sus ojos enormes,
y con su más triste retórica me habla de lo oscuro,
y de la loba que tengo agazapada en mí.
Del libro
EL AMOR CIEGO
Madrid, Huerga & Fierro, 2019
LA VENDA
Quitarse la venda dejar el alma afuera
a la intemperie desnudarse
y sobrevivir contra la piedra el huracán de la memoria
la cucharilla del recuerdo dando vueltas
en el café del desayuno
el torbellino de mentiras agitándose
en el centro de la taza
un agujero negro desagüe sumidero
donde van a parar las madrugadas el dolor
la ilusión corrompida los insomnios
Ver de repente y ver que no veía
la verdad te da un codazo en todas las narices
la inocencia rueda calle abajo
se despeñan los poetas románticos los versos
la poesía es solo una provincia inhóspita
un hogar desagradable la habitación la lengua
el mundo es incómodo es amargo
y hay que salir al ruedo cada día
como si no pasara nada arrimar el daño
en una esquina orillar la pérdida
llorar la muerte sola y hacia adentro
tragarse las sentencias los refranes
el amor es ciego no hay peor ciego
que el que no quiere ver y despertar
de un golpe abandonar el azúcar el útero materno
a quemarropa salir de la caverna dejar atrás
la oscuridad y en la absoluta negrura
sentir de repente toda la luz del mediodía
atravesándote los ojos encandilar el corazón
bajarlo de la nube iluminar el engaño dejarlo
al descubierto y borrar la ingenuidad
con un disparo de realismo seco
MAPA LUNAR
El alma del mundo se parece a la luna y la luna es esta historia
planeta mitad oscuridad mitad de luz que alumbra atravesada
en los versos de todos los poetas románticos o no versolibristas
rimadores patéticos felices arcaicos o muy siglos veintiuno
quién que escribe no la nombra es imposible sortear su nigromancia
se cuela en las metáforas su carisma penetra en las palabras
como un cuchillo en mantequilla fresca
la tarea de engendrar una estrofa que no haya dicho nadie
es cavar hoyos en la orilla de la lengua miles de años de escritura
le llovieron encima es fácil resbalarse alunizar en el tópico
podría decir acaso esto no es una luna como en el cuadro de magritte
es solo lo que vemos la parte que más brilla cuerpo celeste que oculta
su mitad no da la cara y en las noches más prósperas se asemeja a una esfera
doy fe de su paisaje sin esquinas pero poblado de todas las aristas
el alma del mundo se parece a la luna y la luna es esta historia
tiene cráteres océanos montes lagos ciénagas bahías mares y muralla
no exagero es un territorio coliseo hecho batalla
la vida que golpea o tranquiliza y es el amor quien lo sabe y lo recorre
no diré todo dejo en silencio etapas días de feria quemaduras
lo bello y lo sublime el punto y la línea el dolor del esguince
callo por no hastiarlos con mi herida aunque es la herida de todos
el quebradero colectivo el más desagradable el hogar dulce
El viaje del amor es un viaje a la luna y empieza cuando alguien
mete los dedos de su pie en el Lago del Sueño
¡Ah el Mar del Néctar de la Espuma de las Nubes el Mar de los Vapores
la Bahía del Hervor cuánta promesa de cielo en pleno firmamento!
siempre parece que el Mar de la Serenidad será por fin la casa
que el Mar de la Humedad nos diera de beber amor del bueno
pero no olvides que el viaje del amor es un viaje a la luna
y llegarás también al Mar del Frío y meterás la punta de los dedos
en el Mar de las Serpientes y no saldrás con vida y no vendrá Moisés
a rescatarte del Mar de las Crisis en soledad hay que cruzarlo
pasar la Ciénaga de las Enfermedades somatizar la desgracia
contar uno a uno los agujeros tener cuidado con los cráteres
encender la linterna para aprender los nombres
(Hércules Hypathia Platón Arquímedes Copérnico)
y caer en la cuenta de que la luna es esta historia
y puede que yo tenga un alma vieja como el alma del mundo
las partes más antiguas de la luna se saben por el tamaño sus cráteres
allí están los más extensos kilómetros de hendidura
heridas como boquetes antiquísimos como amores
que no estaban en el mapa y en los que vamos a caer
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Del libro
LAS PALABRAS IMPORTANTES
Madrid, Ediciones La Palma, 2022.
LOS BUENOS
Se abren el pecho
y sobre el mostrador avaricioso
del mercado
dejan caer su corazón
Entran descalzos a la casa
y ofrecen su carne
de oveja negra
para la cena familiar
No esconden sus cabezas de turco
y aún sonríen
cuando les cae de golpe
la guillotina del desprecio
Llevan la luz eléctrica a las esquinas
del mundo
que no ven más allá de una antorcha
y siempre encuentran manos
que apagan con celo su corriente
Los buenos no conocen
otro modo de ser
responden al llamado de la especie
pelean las corrientes de este tiempo difícil
igual que los salmones en busca de su origen
FAKE KEWS TIME
La verdad quién sabe en qué pantalla de humo
esconde la cabeza
La palabra fue lumbre
hoy solo es un diamante pequeñísimo
entre millones de cristales rotos
Hay que ir a tientas palpar con los dedos
sobre un campo de minas
y noticias falsas
Lo que ves no es lo que es
Mueren los verbos en los que siempre confiamos
los sustantivos ya no tienen sustancia
y en la pantalla del mundo
la falsedad deslumbra
Es tiempo de invierno y de meter la cabeza
entre las piernas
El silencio es refugio
cuando miente la lengua
EL MURO DE LAS LAMENTACIONES
Quejarse se ha vuelto
una costumbre
abres el pan del desayuno
y la miga de las lamentaciones
cae sobre la mesa
Hay demasiado agravio en el ambiente
la comida está llena de ofensas
cenamos con enojo y descontento
Es la batalla de todos contra todos
el daño que me hiciste la injusticia
que padezco el prejuicio el atropello
Siempre habrá alguien
con un dolor más triste
una punzada más honda
una cicatriz más fea
una biografía más incómoda
Sal de tu ombligo mira hacia los lados
y agradece
UNICORNIOS EN LA CIUDAD
Unicornios en la ciudad
rarezas que cabalgan sobre una tierra baldía
y caminan de puntillas
sin rayar el asfalto
Delicados como papel de seda
pasan sus manos sobre la piel del mundo
y la humedecen de amor
Honestos como el amanecer sobre los polos
siembran la claridad en los negocios
del espíritu y renuncian al botín
manchado de impostura
Claros como agua que no conoce la noche
dicen lo que dicen y abrigan
bajo sus alas de confianza
Íntegros y honrados traen consigo
su nobleza animal
seres mitológicos que sin embargo
viven en el mismo edificio
suben contigo en el mismo ascensor
y te dan los buenos días con un brillo en los ojos